Kobe Bryant, fue uno de los jugadores más galardonados en la historia de la NBA, y es considerado como uno de los mejores jugadores de todos los tiempos. Algo que me resulta muy curioso de su historia es que, reconoció públicamente que ninguno de sus movimientos era nuevo, sino que todos sus dribles los había robado viendo videos de sus jugadores preferidos, especialmente de Michael Jordan.
Bob Dylan, que tomo su nombre de otro cantante llamado Dylan Thomas, a quien admiraba profundamente, es considerado como uno de los artistas más influyentes en la música popular del siglo XX. Sin embargo, muchas de las mas famosas frases de sus canciones fueron extraídas de películas como “la alineación”, y de libros de Scoth Fitzgerald, Junichi Saga, y Shakespeare.
A su vez, es muy evidente que Romeo y Julieta de Shakespeare, es una adaptación, por no decir que un plagio del mito griego de Ovidio, llamado Pirame y Tisbe, que posteriormente fue adaptado a una película llamada amor sin barreras de Leonard Bernstein.
Hay un capitulo de los Simpson, donde Bart y Lisa conocen a un vagabundo que dice ser el creador de su serie animada favorita que se llama Tomy y Daly, y deciden apoyarlo en su demanda contra Roger Mayers, para obtener los derechos de autor. Cuando prueban que el vagabundo es el legítimo autor de estos personajes, Mayer dice los siguiente: “la animación está basada en el plagio”, muestra algunos ejemplos, y finaliza con una pregunta espléndida: “señoría, si nos despoja de nuestro derecho a robar ideas, ¿Quién nos las dará?”
Y este capítulo es muy irónico, porque sin volver al futuro no existiría Rick and Morty, sin Félix el Gato, no hubiera existido Ren and Stimpy, sin Charlie Brown no existiría South Park, y sin los Picapiedra, no existirían Los Simpsons.
¿Y que tiene que ver todo esto con el modelaje webcam? Ya vamos para allá.
Antes quiero citar una frase de Salvador Dalí, él emblemático, y uno de los más importantes artistas españoles: “Aquellos que no quieren imitar nada, nunca producen nada.”
De acuerdo con Jonathan Lethem, 9 de cada 10 trabajos que se consideran “originales” no lo son, sino que son el resultado de personas que no recuerdan en quien o que está basado su trabajo, o que descaradamente lo niegan. Eso quiere decir, que hay un 90% de probabilidades de que las personas que tu consideras “originales” o creativas, no lo sean, sino que simplemente han basado tu trabajo o su imagen en referentes adecuados.
La biblia dice: Eclesiastés capítulo 1, versículo 9 “No hay nada nuevo bajo el sol”. Esto quiere decir, que nada viene de la nada, todo el trabajo creativo proviene de algo que ya ha existido. En este mundo, nada es completamente original. Es probable que lo único realmente original que tu y yo hagamos en esta vida sean nuestros propios errores, y en la mayoría de ocasiones, ni siquiera eso. Y esto me lleva a la primera reflexión que les quiero dejar, desafortunadamente, la televisión y las películas nos han vendido la creatividad como un estereotipo, como una persona físicamente atractiva, irreverente, que normalmente es desorganizada y que a último minuto encuentra una solución super cool, con la cual se salva el planeta. Pero no, no es así, la creatividad es una habilidad, y como cualquier habilidad, es susceptible a mejoras. Sin embargo, lo que sí es claro, es que esta habilidad parte de la observación.
Un escritor inglés llamado William Ralph Inge, que fue docente de la universidad de Cambridge dijo: Que es la originalidad: un plagio no detectado.
Y esto nos lleva a nuestra segunda reflexión, quítense de la cabeza que en esta industria o en otras, hay personas “creativas”, créanme, no lo son. Solo son personas que cuentan con el tiempo y la disposición para observar, para estudiar, para probar y adaptar. De hecho, volviendo a nuestra historia original, Cobe Bryant narró que cuando empezó a robarse muchos movimientos de sus ídolos, se dio cuenta que sus características físicas no le permitían hacerlos de la misma manera, y le tocó adaptarlos a sus condiciones.
Esa historia es muy diciente, porque deja tres moralejas, la primera es que si quieres saber de donde proviene la supuesta “magia” de una persona, averigua sus referentes, la segunda es que aunque intentes hacer una copia exacta de algo, nunca lo vas lograr, pero con el paso del tiempo, después de intentar copiar y copiar a alguien, vas a encontrar tu propio estilo. El famoso diseñador y estilista, Yohji Yamamoto dijo: “Empieza a copiar lo que amas. Copia, copia, copia, copia. Cuando acabes de pasar, te encontrarás a ti mismo”.
Y la segunda moraleja es que no basta con saber a quien copiar, que en esta industria para mi es obvio, pero pareciera que para la mayoría no lo es, sino también, que copiar. Gary Panther dijo: “Si has tenido influencia de una persona, todos dirán que eres su sucesor. Si le robas a cien personas, todos dirán que eres ¡el más original!
Y aquí quiero hacer una aclaración, por supuesto que es importante traer ideas de afuera, de videos de música, de películas, de libros, incluso de otro tipo de streams, como Twitch, por ejemplo. Sin embargo, yo considero que es tanto o mucho más importante, es observar otros shows, pero no con una intención criticona o burlona, no, sino con el propósito de identificar elementos que puedas copiar y ajustarlos a tus condiciones. Elementos como la ambientación, el vestuario, o el tipo de show.
Ahora, yo se que hay personas que realizan asesorias, yo no tengo nada en contra de eso, de hecho, en muchos casos estoy de acuerdo, sobre todo cuando se está iniciando en esta industria; en este negocio uno solo ve lo que aparece en pantalla, lo que hay detrás es muy difícil de identificarlo, como el tipo de cámara, la iluminación, las configuraciones de los softwares y las páginas, etc. entonces, en ese sentido esas asesorías son muy importantes. Sin embargo, desde mi punto de vista, y esto sí es una opinión personal, si tu quieres ser exitosa, o al menos acercarte a ello, finalmente el éxito es una ilusión, debes centrar tu atención en aquellas modelos que son exitosas, e indiscutiblemente esas son las que están en las primeras páginas.
El éxito habla por sí solo, el fracaso necesita mucha validación.